Llegan las Líridas, la segunda lluvia de estrellas de 2017

Este 22 y 23 de abril se producirá el mayor pico de actividad de las estrellas Líridas, la segunda lluvia de meteoros de 2017.

Alejandro Riveiro

Alejandro Riveiro

Este 22 y 23 de abril se producirá el mayor pico de actividad de las estrellas Líridas, la segunda lluvia de meteoros de 2017

VÍDEO: ¿QUÉ SON LAS LLUVIAS DE ESTRELLAS?

Si te gustan las estrellas fugaces, tienes una cita con el firmamento. Este 22 y 23 de abril se producirá el pico de actividad de las Líridas, la segunda lluvia de estrellas de 2017, uno de los fenómenos astronómicos del calendario 2017 que no te puedes perder.

Además, este año las condiciones de observación serán muy buenas, porque la Luna se encontrará muy próxima a su fase de luna nueva. ¡Lo único que necesitas para disfrutar de este espectáculo es un cielo lo más oscuro posible y paciencia!

Estrellas Líridas: lo que necesitas saber

Las Líridas es una de las lluvias de estrellas más antigua conocidas. Algunas observaciones datan del año 687 antes de nuestra era. Aunque surcan el firmamento desde el 16 al 25 de abril, el pico de máxima actividad se produce en las jornadas del 22 y 23. Normalmente, se producen de 15 a 20 meteoros por hora durante el pico de actividad. Este año, la NASA espera que esté en torno a los 18 meteoros por hora.

Crédito: Islam Hassan/Flickr/CC BY-SA 2.0

Sin embargo, las Líridas se caracterizan por ser una lluvia de estrellas un tanto irregular. En ocasiones, en algunos años, pueden llegar a ofrecernos un pico de actividad mucho más elevado. Cuando sucede, podemos alcanzar los 100 meteoros por hora. Aunque sucede, de media, cada treinta años, es imposible determinar exactamente cuando sucederá el próximo pico de actividad anormal de esta lluvia de estrellas. Bien podría ser este año (o bien no, pero es una posibilidad).

Cómo observar la lluvia de estrellas Líridas

Para ver esta lluvia de estrellas sólo necesitas tres cosas: un cielo lo más oscuro posible (lejos de la luz de las ciudades), paciencia y tus ojos. No hace falta ningún instrumento especial para observar este fenómeno. La radiante (el punto del que parecen originarse las estrellas fugaces) está al noroeste de la constelación de Lyra. Relativamente cerca de Vega, una de las estrellas de la constelación, y de las más brillantes del firmamento en esta época del año.

Crédito: Starry Night (starrynight.com)

Eso sí, no centres tu vista únicamente en la radiante. Si lo haces, es posible que te pierdas las estrellas fugaces con las estelas más largas. Las mejores horas de observación se darán después de la medianoche (especialmente a partir de las 2:00) y hasta justo antes del amanecer. Es muy recomendable que acudas unos treinta minutos antes de la hora planeada. De este modo, darás ese tiempo a tu vista para acostumbrarse a la oscuridad y, por tanto, poder ver con más facilidad las estrellas fugaces más tenues.

Se producirán de 15 a 20 meteoros por hora durante el mayor pico de actividad

A fin de cuentas, las Líridas son una lluvia de estrellas de brillo medio. No son tan luminosas como las populares Perseidas (que tienen lugar en agosto). Por suerte, la luna estará cerca de su fase de luna nueva (que alcanzará el 26 de abril) y su luz no ocultará los meteoros más débiles.

El origen de las Líridas

La lluvia de estrellas de las Líridas es la consecuencia del paso de la Tierra por el rastro de un cometa. Al orbitar alrededor del Sol, el cometa deja tras de sí pequeñas partículas suspendidas en su órbita. Cuando nuestro planeta pasa a través de ella, algunas de esas partículas entran en contacto con la atmósfera y arden al desintegrarse. Por eso, las lluvias de estrellas siempre tienen lugar, aproximadamente, en las mismas fechas y horas cada año.

Crédito: NASA

En este caso, el cometa responsable es C/1681 G1 (Thatcher) o, simplemente, Thatcher. Es un cometa de período largo. Tarda 415 años en completar una vuelta alrededor del Sol. En su recorrido, se acerca hasta poco más de la distancia que separa la Tierra del Sol; también llega a alejarse hasta más allá del planeta enano Eris, que se encuentra a 110 veces la distancia que separa a nuestro planeta de nuestra estrella. El último perihelio (es decir, su momento de mayor aproximación al Sol) de Thatcher se produjo en el año 1861. El siguiente no tendrá lugar hasta el año 2276.

Algunas curiosidades

Como ya he mencionado, las Líridas no se caracterizan por ser las estrellas fugaces más brillantes. De media, tienen un brillo muy similar al de las estrellas de la constelación de El Carro. Sin embargo, de cuando en cuando, puede aparecer una bola de fuego Lírida (ese es el nombre que reciben). Se trata de meteoros mucho más luminosos de lo normal, que pueden llegar a proyectar sombras en nuestro planeta durante décimas de segundo. Su brillo puede ser superior al de Venus.

Crédito: Wikimedia Commons/Brocken Inaglory

Las Líridas son estrellas fugaces muy veloces, aunque no llegan a alcanzar la rapidez de los meteoros de las Leónidas. Estas últimas se producen a finales de año, en noviembre. Mientras sus meteoros golpean al planeta de lleno, las Líridas lo hacen más bien de refilón. Una buena analogía sería decir que las Leónidas golpean el parabrisas de nuestro coche, mientras las Líridas golpean las ventanas de los laterales.

La irregularidad de esta lluvia de estrellas también ha dejado algún momento para la historia. En 1982 se llegó a alcanzar un pico de 90 meteoros por hora. Pero el más llamativo, sin duda alguna, se produjo en 1803. Se calcula que llegaron a alcanzarse los 700 meteoros por hora.

Un periodista de Richmond (Virginia, Estados Unidos) lo relató así: «Estrellas fugaces. Este fenómeno eléctrico fue observado en la madrugada del miércoles en Richmond y sus alrededores; en una manera que alarmó a muchos, y sorprendió a cada persona que lo presenció. Desde la una a las tres de la madrugada, estos meteoros estrellados parecían caer de todos los puntos del firmamento. En tal cantidad que parecía una lluvia de cohetes.»

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