Esta es la regla del 30 que tanto eleva el riesgo de incendios

Las condiciones meteorológicas de la época estival hacen que aumente la ocurrencia de los grandes incendios forestales.

Maddalen Iza

Maddalen Iza

Con la llegada del incremento de las temperaturas también arranca la temporada de incendios. Los grandes incendios forestales, aquellos que afectan a más de 500 hectáreas, son más frecuentes en la época estival.

Aunque lo cierto es que la temporada de incendios parece cada vez adelantarse más, debido al calor anticipado durante los meses de primavera, y ya no es extraño ver incendios extensos durante la estación previa al verano e incluso durante el inverno.

Aún así, es el verano la estación en la que las condiciones son más propicias para la expansión de las llamas en nuestros montes.

¿Qué factores meteorológicos favorecen los incendios? ¿Qué es la regla del 30?

Las altas temperaturas, la baja humedad relativa y las rachas de viento fuertes pueden ser factores claves en la propagación de los incendios. Estas tres variables conforman la conocida regla del 30.

La conocida regla 30-30-30 dice que temperaturas superiores a los 30ºC, una humedad relativa inferior al 30% y vientos superiores a 30km/h son los principales ingredientes de un tercio de los grandes incendios forestales.

La regla del 30-30-30 de los incendios forestales:

  • Temperaturas superiores a 30ºC
  • Humedad relativa inferior a 30%
  • Viento superior a 30 Km/h

Además, también influyen los periodos de sequía, propios del verano en nuestra región mediterránea. Los largos periodos sin lluvia afectan a la hidratación de los combustibles vegetales. Esta vegetación sin hidratación supone una mayor cantidad de material inflamable.

Por eso, para la estimación de la sequía los índices de riesgo de incendio miden la cantidad de precipitación acumulada en la pasadas horas.

Por tanto, con la llegada del verano aumenta considerablemente el riesgo de incendios, ya que los umbrales de temperatura, humedad y viento se sobrepasan con mayor frecuencia en el territorio.

En la última década destaca el reciente 2017, el segundo verano más cálido desde 1965. Se produjeron 56 grandes incendios forestales de más de 500 hectáreas y 5200 incendios de más de una hectárea. 

Los incendios no se distribuyen de forma homogénea a lo largo de nuestra geografía.  

El noroeste de la península es la zonas más afectada por los incendios. El año pasado las provincias de Zamora y León y las comunidades autónomas de Galicia, Asturias, Cantabria sufrieron la mayor parte de los siniestros, más de un 43% del total.

Las diferencias entre regiones se deben a la diversidad de ecosistemas y los distintos usos del suelo que se hacen en cada región.  Un ejemplo conocido es el de los eucaliptos que abundan en el noroeste peninsular, principalmente en Galicia.

Estos árboles secan el bosque a su alrededor, facilitando que se extiendan los incendios, y tras el paso del fuego vuelven a brotar, al contrario que el resto de vegetación.

VÍDEO: PRINCIPALES CAUSAS DE LOS INCENDIOS